Linkin Park fue una de las primeras bandas que me llamaron la atención, sino la primera (después de los Backstreet Boys, obvio). La música era rara, y al no entender el idioma, las letras me eran ajenas, pero hubo algo que me llamó la atención. Quizás fue el hecho de que rapearan y cantaran melódico en la misma canción. Quizás fue la ternura y vulnerabilidad de Chester Bennington en contraste con la dureza y fuerza que demostraba Mike Shinoda en los videos. Quizás fue todo junto. Algo que no podía sacarme de la cabeza era lo especiales que me resultaban.
La primera canción que escuché de ellos fue “In The End” (como tantas otras personas), en la época en que mi hermana entraba en los veinte y veía Mtv todo el día (cuando Mtv todavía pasaba música y no transmitía constantemente telenovelas pedorras). Mis hermanos varones estaban en plena adolescencia y yo tenía 10 años cuando escuché por vez primera una canción que incluía gritos. La guitarra en overdrive y el ritmo del hardcore me habló directo al corazón. Ver ese video por primera vez fue un viaje de ida, tanto para mí, como para mis hermanos.
Linkin Park nos abrió la puerta al hardcore y nü-metal. Gracias a ellos descubrimos bandas como Papa Roach, Killswitch engage, Evanescence, A Perfect Circle. Chester, Mike, Brad, Rob, Phoenix, y Mr. Hahn pavimentaron mi camino hacia el punk rock: nunca hubiese prestado atención a bandas como My Chemical Romance o 30 Seconds To Mars de no ser por ellos. “Hybrid Theory” fue y es el álbum al que recurro cuando siento que el universo se complota contra mí, cuando estoy enojada, cuando siento impotencia, cuando no sé a dónde ir.
Linkin Park fue una de esas bandas en las que cada vez que escuchás una canción descubrís algo nuevo. Algún sonido, algún efecto. Entendés la letra de una forma diferente. Siempre me sentí identificada de alguna forma u otra con los versos de Mike y Chester, en las diferentes etapas de mi vida. Ahora tengo 27 y no puedo esperar a encontrar nuevos tesoros dentro de estas 7 joyas que nos supieron dejar de legado. Sería hermoso haber podido disfrutar más. La idea de saber que nunca más vamos a tener una nueva canción escrita por Chester Bennington duele demasiado para comprenderlo. Pero es la realidad, así que lo único que me queda es escuchar estos 7 álbumes hasta que no quede nada más por descubrir. Y subir el volumen lo suficientemente alto como para que lo escuche él, donde quiera que esté.
-xo.
stay alive, frens |-/
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