Previously on Along With The People Inside:
(O sea: si Hotch tiene un Previously, yo también quiero.)
-¡NO PUEDO MÁS! – gritó Aye. Como siempre, quejándose.
Y no sé por qué, porque ni siquiera venía corriendo. Déjenme les explico, iba a cococho de Joe, o sea: viajaba gratis, igual que James, que venía encima de Mery, pero por otras razones.
Aye venía encima de Joe, porque aclama que cuando corre se ríe, y si se ríe no puede correr… Sí, seguro…
-¡Es verdad! – le gritó Aye - ¿Ah, re que te lo dije a vos? – me dijo.
¿Qué?
-Que te lo dije a vos… - repitió.
Me perdí.
-Mery está de testigo – dijo señalándola.
-Dejalo narrar, no estoy de humor… lo único que me faltaba era llevar a la papa noisette encima, mis peores pesadillas acaban de ser realizadas – le contestó su amiga.
¿Algún día vas a dejar de hablar como un libro?
-No –
Okay.
Volviendo a lo importante…
-¿Kitty? – preguntó Aye señalando en la vereda de enfrente a alguien vestido con una gabardina hasta los tobillos y unos zapatos de tacón alto.
-No sé si es. Y si es, no sé cómo carajo hiciste para reconocerla. – dijo Mery apoyándose contra la pared. Hecha mierda estaba la enana.
-¡Ey! Nada más está bien cuando Joe lo dice, ¿okay? – me advirtió.
A todo esto, las papas estaban mirando con cara de fuera de servicio, porque las otras dos estaban hablando en castellano.
Al ratito, llegó al trote un Brendon todo roto, porque en su vida había corrido tanto. Y atrás, Spencer manejando la van para quince, a 2 km por hora, siguiendo a Brendon por si colapsaba en medio de la vereda, con todos los demás adentro (o sea: Eric, Ryan, Alice, Jon, y Dawn “La Ardilla” Brendina).
La persona en la gabardina de la vereda de enfrente cruzó en cuanto vio que todos comenzaron a bajarse de la van.
-You! – gritó señalando a Ryan mientras se sacaba el sombrero (sí, porque tenía un sombrero; muy de película de detectives. Y claro, era Kitty…. En serio).
Pero mientras se encaminaba hacia Ryan, se dio cuenta que había un Brendon todo sudado y agitado; lo que para muchos es muy asqueroso, pero para ella parecía ser bastante… mmm… odio decirlo… sexy. Ya está, lo dije. No pienso repetirlo.
-No, no, es con “p” – me corrigió Aye, totalmente maleducada.
¿Cómo? ¿Sepsy? Pregunté, sí, ya no entendía nada yo…
-Sipirilín… - okay…?
Volviendo al tema…
-Hey, Brendon… - le dijo haciéndose la sexy, “grrr!”
-Hey…? – dijo Brendon con cara de… “no me hables pedazo de conchuda”.
Entonces, cuando Kitty ya se estaba acercando a Brendon cual gata igualada que es, Alice se bajó de la van con Dawn al hombro y la vio a la muy zorra intentando “ejecutar su movimiento”. Sin embargo, antes que pudiera hacer algo por ella misma, Brendon la terminó por tirar al piso (porque ya se la estaba intentado sacar de encima) al ver a Joe cagándosele de risa en la cara mientras abrazaba a Aye. A todo esto, Aye ya tenía puestos sus ojos de pokémon, porque, claro, estaba con Joe, ¿no?
Entonces la imagen era así: Kitty tirada en el suelo, y Brendon intentando separar a Joe de Aye, o a Aye de Joe, o lo que sea… A todo esto, Alice se aprovechó la situación de Kitty en el suelo, y empezó a recriminarle que por qué había vuelto y… No, eso fue lo único que dijo, pero de mil maneras diferentes. Ustedes se preguntarán: ¿Cómo hizo Alice si es medio tonta? Bueno, es que al parecer no es tan tonta. Pero además la tenía a Mery tirándole letra. Y Mery tenía a James colgado del brazo porque estaba totalmente cagado en las patas, sin razón aparente.
Así que así estábamos: Brendon luchando contra Joe (porque Aye estaba tan pelotuda que no ofrecía resistencia, para ninguno de los lados), y Alice gritándole de todo a Kitty.
En eso, se abrió la puerta de la Mansión Ross II.
-So, you finally came home – dijo Zack sin salir de la casa, en bata, cruzado de brazos, pelando su mejor cara de malo.
Aye y Mery lo miraron y dijeron (para sus adentros): “Ya tocaba, queríamos entrar”; y se mandaron nomás para adentro. Los demás las siguieron, incluso Joe y Brendon, aunque se seguían peleando (sí, y eso que Aye ni siquiera estaba ahí como para que Brendon tenga razones). La única que se quedó afuera fue Alice, que seguía diciéndole cosas sin sentido a Kitty. Todo bien con Alice diciéndole de todo a Kitty, la cuestión es que Kitty ya se había ido hace un rato. Finalmente fue Brendon quién se aventuró a la oscura noche (?) para meter a Alice, que estaba hablando sola, a la casa.
La mañana siguiente comenzó bastante tranquila. Salvo, claro, por el pequeño hecho que Alice todavía le seguía gritando cosas a una Kitty imaginaria entre sueños, mientras dormía en el sofá junto a Brendon. Por su parte, Brenny no la pasó nada bien, porque bien entrada la madrugada, la pequeña Alice le enganchó un derechazo en la boca y fue la historia de las piñas con Joe all over again.
Entonces, una vez que Brendon se había recuperado del fuerte golpe de su amada, y había retomado algo de su sueño, sonó el timbre. Y volvió a sonar. Brendon quiso levantarse para ir a atender, pero cayó en el intento haciendo un quilombo gigante. Sólo para darse cuenta que… Ryan ya había abierto la puerta al visitante misterioso.
Que de misterioso no tenía nada. Resultó ser sólo Shane.
A todo esto, Ryan ya había corrido a la cocina para ayudar a Spencer que estaba preparando el desayuno.
-Why didn’t you come back home last night? – inquirió en cuanto puso sus ojitos sobre el cuerpo demacrado de Brendon. – Regan made you dinner, and you didn’t even show up! – le gritó reprimiendo tremenda risa – Your dish’s still there… full – terminó, y le sacó una foto con la cámara que llevaba siempre colgada del cuello.
Ante esa deplorable imagen, aparecen mis amigas estrellas: Aye y Mery. Con los pelos todos batidos (al menos por parte de Mery) y los pijamitas puestos.
-¿Qué pasa? – preguntó Aye todavía abrazando una almohada.
-Is Brendon dead? – preguntó la otra que venía envuelta en una sábana.
No sé si decir que la escena era tierna o daba miedo.
Definitivamente Shane decidió que era tierna, o al menos fotografiable, porque eso fue lo que hizo. Les sacó una foto. No lo dudó ni un segundo. Un tipo raro Shane… muy raro.
-¡Veo la luz! – dijo Mery.
-¡Y quema! – gritó Aye para completar.
De a poco comenzaron a aparecer el resto. Jon aún tenía la panza hinchada de la cena de la noche anterior. Eric Ronick seguía durmiendo, sí éste ni apareció, porque se lo tuvo que bancar a Jon quejándose toda la noche que le dolía el estómago. Las papas noissette se acababan de levantar y ya estaban en el living. James caminaba medio dormido y Joe intentaba (sin éxito alguno) levantar a su hermana, para que se deje de romper las pelotas con Kitty. El pobre Zack (a quién le habían cagado la cena en el restaurante de la noche anterior) estaba en la cocina con Ryan y Spencer, reviviendo viejas épocas.
-Do you remember when we used to fight with wooden spoons like they were swords?! – le preguntaba Spencer a Ryan mientras tomaba una cuchara de madera y se ponía en guardia.
-Yes…? – le respondió Ryan tomando a su vez una cuchara.
Muy… extraño.
La cuestión es que se pusieron a batallar mientras Zack miraba para otro lado porque le daba vergüenza ajena. Al menos hasta que comenzó a hacer de juez. Entonces ahí perdimos a Zack.
Meanwhile… en el living (?):
Las papas, Alice, Aye y Mery estaban (literalmente) boludeando mientras Shane les sacaba fotos a lo loco con una cámara instantánea. Como si fuera gratis.
-Thank God I always bring my baby with me… all times – dijo Shane mirando con –demasiado- amor a su cámara instantánea.
Para cuando Ryan y Spencer salieron de la cocina para llamarlos a desayunar, Shane tenía dos fotos en mano. Ryan se acercó a mirar las fotos, pero sólo le devolvió a Shane una. Para mala suerte de Shane, Ryan había salido de la cocina con un magiclick. En cuanto tuvo en posesión la foto, colocó uno de los vértices justo por encima de la llama. La pequeña punta de la foto comenzaba a arder con la imagen de Shane lagrimeando de fondo. Cuando todos estábamos esperando a que Ryan se quemara los deditos, la foto se prendió fuego, así como mágicamente, así como si la hubieran sopleteado con un tarro de Blem, y se hizo cenizas en las manitas de Ross.
-What was that? – preguntó un muy confundido Brendon.
-A photo of James and Mary together – dijo Shane moqueando.
-And that’s what happens when you make God mad – le dijo Ryan antes de irse.
-Evil… - susurró Shane.
A todo esto, Brendon estaba luchando por sacarle la foto que Shane aún sostenía en la mano. Pero no podía, y eso que Shane la estaba sosteniendo con –les juro por Dios- dos dedos.
-It’s not fair! – le gritaba Brendon, ya se estaba agitando con la batalla.
-No, Brenny… - dijo Shane calmo – It’s not going to happen – agregó, y se escondió la foto de Aye y Joe que Ryan no había matado.
***
Quizá se pregunten qué pasó con Agus. Quizá no, pero no me importa, se los voy a contar igual.
La cuestión es que Agus, por si no recuerdan, estaba en Los Ángeles con Bob Bryan, jugando a la X-box, tratando de superar el nivel que Frankie no podía pasar.
Entre paréntesis, todavía no habían podido superar el susodicho nivel. Pero las buenas noticias eran que Frankie iba a tener mellizos dentro de poco. Sí, como si un Iero más no fuera suficiente en este mundo, Jamia va a traer dos.
A todo esto, Agus estaba haciendo de niñera de Bandit, la hija de Gerard, porque decía que Gerard la malcriaba demasiado. Obviamente, Gerard lo negó todo, pero Mikey sabía que Agus tenía razón, así que la llamaba de vez en cuando desde su casa en Jersey, para asegurarse que Gerard no engordara a Bandit como a un cerdito haciéndola comer Franken Berries molidos con un mortero a manos de Lyn-Z. Porque, claro, Gerard no puede hacer mucho esfuerzo…?
Luego que todos desayunaran lo rico que había preparado Spencer, estaban sentados a la mesa, riéndose de nada (Brendon), cuando sonó el timbre. Un timbre largo, al cual nadie le prestó atención. Fue por eso que al ratito alguien estaba intentado tirar la puerta abajo.
(O sea: si Hotch tiene un Previously, yo también quiero.)
-¡NO PUEDO MÁS! – gritó Aye. Como siempre, quejándose.
Y no sé por qué, porque ni siquiera venía corriendo. Déjenme les explico, iba a cococho de Joe, o sea: viajaba gratis, igual que James, que venía encima de Mery, pero por otras razones.
Aye venía encima de Joe, porque aclama que cuando corre se ríe, y si se ríe no puede correr… Sí, seguro…
-¡Es verdad! – le gritó Aye - ¿Ah, re que te lo dije a vos? – me dijo.
¿Qué?
-Que te lo dije a vos… - repitió.
Me perdí.
-Mery está de testigo – dijo señalándola.
-Dejalo narrar, no estoy de humor… lo único que me faltaba era llevar a la papa noisette encima, mis peores pesadillas acaban de ser realizadas – le contestó su amiga.
¿Algún día vas a dejar de hablar como un libro?
-No –
Okay.
Volviendo a lo importante…
-¿Kitty? – preguntó Aye señalando en la vereda de enfrente a alguien vestido con una gabardina hasta los tobillos y unos zapatos de tacón alto.
-No sé si es. Y si es, no sé cómo carajo hiciste para reconocerla. – dijo Mery apoyándose contra la pared. Hecha mierda estaba la enana.
-¡Ey! Nada más está bien cuando Joe lo dice, ¿okay? – me advirtió.
A todo esto, las papas estaban mirando con cara de fuera de servicio, porque las otras dos estaban hablando en castellano.
Al ratito, llegó al trote un Brendon todo roto, porque en su vida había corrido tanto. Y atrás, Spencer manejando la van para quince, a 2 km por hora, siguiendo a Brendon por si colapsaba en medio de la vereda, con todos los demás adentro (o sea: Eric, Ryan, Alice, Jon, y Dawn “La Ardilla” Brendina).
La persona en la gabardina de la vereda de enfrente cruzó en cuanto vio que todos comenzaron a bajarse de la van.
-You! – gritó señalando a Ryan mientras se sacaba el sombrero (sí, porque tenía un sombrero; muy de película de detectives. Y claro, era Kitty…. En serio).
Pero mientras se encaminaba hacia Ryan, se dio cuenta que había un Brendon todo sudado y agitado; lo que para muchos es muy asqueroso, pero para ella parecía ser bastante… mmm… odio decirlo… sexy. Ya está, lo dije. No pienso repetirlo.
-No, no, es con “p” – me corrigió Aye, totalmente maleducada.
¿Cómo? ¿Sepsy? Pregunté, sí, ya no entendía nada yo…
-Sipirilín… - okay…?
Volviendo al tema…
-Hey, Brendon… - le dijo haciéndose la sexy, “grrr!”
-Hey…? – dijo Brendon con cara de… “no me hables pedazo de conchuda”.
Entonces, cuando Kitty ya se estaba acercando a Brendon cual gata igualada que es, Alice se bajó de la van con Dawn al hombro y la vio a la muy zorra intentando “ejecutar su movimiento”. Sin embargo, antes que pudiera hacer algo por ella misma, Brendon la terminó por tirar al piso (porque ya se la estaba intentado sacar de encima) al ver a Joe cagándosele de risa en la cara mientras abrazaba a Aye. A todo esto, Aye ya tenía puestos sus ojos de pokémon, porque, claro, estaba con Joe, ¿no?
Entonces la imagen era así: Kitty tirada en el suelo, y Brendon intentando separar a Joe de Aye, o a Aye de Joe, o lo que sea… A todo esto, Alice se aprovechó la situación de Kitty en el suelo, y empezó a recriminarle que por qué había vuelto y… No, eso fue lo único que dijo, pero de mil maneras diferentes. Ustedes se preguntarán: ¿Cómo hizo Alice si es medio tonta? Bueno, es que al parecer no es tan tonta. Pero además la tenía a Mery tirándole letra. Y Mery tenía a James colgado del brazo porque estaba totalmente cagado en las patas, sin razón aparente.
Así que así estábamos: Brendon luchando contra Joe (porque Aye estaba tan pelotuda que no ofrecía resistencia, para ninguno de los lados), y Alice gritándole de todo a Kitty.
En eso, se abrió la puerta de la Mansión Ross II.
-So, you finally came home – dijo Zack sin salir de la casa, en bata, cruzado de brazos, pelando su mejor cara de malo.
Aye y Mery lo miraron y dijeron (para sus adentros): “Ya tocaba, queríamos entrar”; y se mandaron nomás para adentro. Los demás las siguieron, incluso Joe y Brendon, aunque se seguían peleando (sí, y eso que Aye ni siquiera estaba ahí como para que Brendon tenga razones). La única que se quedó afuera fue Alice, que seguía diciéndole cosas sin sentido a Kitty. Todo bien con Alice diciéndole de todo a Kitty, la cuestión es que Kitty ya se había ido hace un rato. Finalmente fue Brendon quién se aventuró a la oscura noche (?) para meter a Alice, que estaba hablando sola, a la casa.
La mañana siguiente comenzó bastante tranquila. Salvo, claro, por el pequeño hecho que Alice todavía le seguía gritando cosas a una Kitty imaginaria entre sueños, mientras dormía en el sofá junto a Brendon. Por su parte, Brenny no la pasó nada bien, porque bien entrada la madrugada, la pequeña Alice le enganchó un derechazo en la boca y fue la historia de las piñas con Joe all over again.
Entonces, una vez que Brendon se había recuperado del fuerte golpe de su amada, y había retomado algo de su sueño, sonó el timbre. Y volvió a sonar. Brendon quiso levantarse para ir a atender, pero cayó en el intento haciendo un quilombo gigante. Sólo para darse cuenta que… Ryan ya había abierto la puerta al visitante misterioso.
Que de misterioso no tenía nada. Resultó ser sólo Shane.
A todo esto, Ryan ya había corrido a la cocina para ayudar a Spencer que estaba preparando el desayuno.
-Why didn’t you come back home last night? – inquirió en cuanto puso sus ojitos sobre el cuerpo demacrado de Brendon. – Regan made you dinner, and you didn’t even show up! – le gritó reprimiendo tremenda risa – Your dish’s still there… full – terminó, y le sacó una foto con la cámara que llevaba siempre colgada del cuello.
Ante esa deplorable imagen, aparecen mis amigas estrellas: Aye y Mery. Con los pelos todos batidos (al menos por parte de Mery) y los pijamitas puestos.
-¿Qué pasa? – preguntó Aye todavía abrazando una almohada.
-Is Brendon dead? – preguntó la otra que venía envuelta en una sábana.
No sé si decir que la escena era tierna o daba miedo.
Definitivamente Shane decidió que era tierna, o al menos fotografiable, porque eso fue lo que hizo. Les sacó una foto. No lo dudó ni un segundo. Un tipo raro Shane… muy raro.
-¡Veo la luz! – dijo Mery.
-¡Y quema! – gritó Aye para completar.
De a poco comenzaron a aparecer el resto. Jon aún tenía la panza hinchada de la cena de la noche anterior. Eric Ronick seguía durmiendo, sí éste ni apareció, porque se lo tuvo que bancar a Jon quejándose toda la noche que le dolía el estómago. Las papas noissette se acababan de levantar y ya estaban en el living. James caminaba medio dormido y Joe intentaba (sin éxito alguno) levantar a su hermana, para que se deje de romper las pelotas con Kitty. El pobre Zack (a quién le habían cagado la cena en el restaurante de la noche anterior) estaba en la cocina con Ryan y Spencer, reviviendo viejas épocas.
-Do you remember when we used to fight with wooden spoons like they were swords?! – le preguntaba Spencer a Ryan mientras tomaba una cuchara de madera y se ponía en guardia.
-Yes…? – le respondió Ryan tomando a su vez una cuchara.
Muy… extraño.
La cuestión es que se pusieron a batallar mientras Zack miraba para otro lado porque le daba vergüenza ajena. Al menos hasta que comenzó a hacer de juez. Entonces ahí perdimos a Zack.
Meanwhile… en el living (?):
Las papas, Alice, Aye y Mery estaban (literalmente) boludeando mientras Shane les sacaba fotos a lo loco con una cámara instantánea. Como si fuera gratis.
-Thank God I always bring my baby with me… all times – dijo Shane mirando con –demasiado- amor a su cámara instantánea.
Para cuando Ryan y Spencer salieron de la cocina para llamarlos a desayunar, Shane tenía dos fotos en mano. Ryan se acercó a mirar las fotos, pero sólo le devolvió a Shane una. Para mala suerte de Shane, Ryan había salido de la cocina con un magiclick. En cuanto tuvo en posesión la foto, colocó uno de los vértices justo por encima de la llama. La pequeña punta de la foto comenzaba a arder con la imagen de Shane lagrimeando de fondo. Cuando todos estábamos esperando a que Ryan se quemara los deditos, la foto se prendió fuego, así como mágicamente, así como si la hubieran sopleteado con un tarro de Blem, y se hizo cenizas en las manitas de Ross.
-What was that? – preguntó un muy confundido Brendon.
-A photo of James and Mary together – dijo Shane moqueando.
-And that’s what happens when you make God mad – le dijo Ryan antes de irse.
-Evil… - susurró Shane.
A todo esto, Brendon estaba luchando por sacarle la foto que Shane aún sostenía en la mano. Pero no podía, y eso que Shane la estaba sosteniendo con –les juro por Dios- dos dedos.
-It’s not fair! – le gritaba Brendon, ya se estaba agitando con la batalla.
-No, Brenny… - dijo Shane calmo – It’s not going to happen – agregó, y se escondió la foto de Aye y Joe que Ryan no había matado.
***
Quizá se pregunten qué pasó con Agus. Quizá no, pero no me importa, se los voy a contar igual.
La cuestión es que Agus, por si no recuerdan, estaba en Los Ángeles con Bob Bryan, jugando a la X-box, tratando de superar el nivel que Frankie no podía pasar.
Entre paréntesis, todavía no habían podido superar el susodicho nivel. Pero las buenas noticias eran que Frankie iba a tener mellizos dentro de poco. Sí, como si un Iero más no fuera suficiente en este mundo, Jamia va a traer dos.
A todo esto, Agus estaba haciendo de niñera de Bandit, la hija de Gerard, porque decía que Gerard la malcriaba demasiado. Obviamente, Gerard lo negó todo, pero Mikey sabía que Agus tenía razón, así que la llamaba de vez en cuando desde su casa en Jersey, para asegurarse que Gerard no engordara a Bandit como a un cerdito haciéndola comer Franken Berries molidos con un mortero a manos de Lyn-Z. Porque, claro, Gerard no puede hacer mucho esfuerzo…?
***
Luego que todos desayunaran lo rico que había preparado Spencer, estaban sentados a la mesa, riéndose de nada (Brendon), cuando sonó el timbre. Un timbre largo, al cual nadie le prestó atención. Fue por eso que al ratito alguien estaba intentado tirar la puerta abajo.
*Not knowing you'd change for just one bite...*
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